ANIMALES DE GRANJA
¿Por qué los seres humanos nos inclinamos a comer regularmente cerdos, gallinas o vacas y no, por ejemplo, gatos, perros o delfines? Muchos podrán argumentar que una de las razones más fuertes que hace que esto sea así es la cualidad social y capacidad cognitiva de estos últimos. Pero, ¿sabías que existe una enorme cantidad de estudios científicos que indican que los animales de granja son tan inteligentes y emocionalmente complejos como nuestros mejores amigos? Para difundir este hecho, la organización protectora de animales Farm Sanctuary lanzó la iniciativa The Someone Project.
La especialista que lidera esta acción es Lori Marino -profesora de psicología en la Universidad de Emory-, quien planea revisar la literatura científica existente sobre la inteligencia de los animales de granja; identificar las áreas que requieren nuevas investigaciones; y preparar informes sobre sus hallazgos para que sean luego distribuidos en todo el mundo a través de los medios de comunicación, videos y su asistencia personal a diversos congresos científicos.
“El punto –aclaró Marino- no es clasificar a estos animales, sino volver a educar a la gente acerca de lo que son. Son animales muy sofisticados”.
Los objetivos finales de la campaña consisten en lograr un mayor apoyo público para seguir trabajando por un tratamiento humanitario de los animales de granja, así como engrosar las filas de personas que eligen no incluir carne dentro de su alimentación.
A continuación, haremos un repaso de algunos de los hallazgos que demuestran lo sorprendentes que los animales de granja son:
Cerdos
-Inteligencia: Sus capacidades cognitivas –afirma el profesor Donald Broom de la Universidad de Cambridge- son superiores a las que alcanzan los niños de tres años de edad (lo cual también se da en perros y gatos).
-Excelente memoria a largo plazo: En un experimento, el doctor Stanley Curtis de la Universidad de Pennsylvania colocó una pelota, un disco volador y una mancuerna en frente de varios individuos y fue capaz de enseñarles a saltar, sentarse al lado, o ir a buscar cualquiera de los objetos cuando se les pedía que lo hicieran. Lo increíble fue que los cerdos pudieron distinguir estos objetos tres años después de la experiencia.
-Comunicación: Dentro del informe de PETA titulado “La vida oculta de los cerdos”, se menciona que además de ser animales de protección y sociales, los cerdos manejan un vocabulario de más de 20 sonidos diferentes con los que se comunican entre sí y se nombran unos a otros. Además, suelen responder cuando un humano los llama por su nombre.
-Placeres: En el mismo informe de PETA se destaca que, al igual que los humanos, los cerdos disfrutan de jugar con balones de fútbol o en el barro, recibir masajes, corretear y escuchar música (incluso, granjeros ingleses utilizan la radio para hacer que crezcan mejor y más tranquilos).
Vacas
Farm Sanctuary/ Difusión
-Reconocimiento mutuo: Según Marino, las vacas –del mismo modo que los cerdos- pueden reconocerse mutuamente y hasta tener “amigos especiales”.
-Desarrollo intelectual: Como explica Jonathan Leake – editor de ciencia en Sunday Times- estos animales son capaces de excitarse ante desafíos intelectuales. En este sentido,el profesor Broom destacó que cuando resuelven problemas, “sus ondas cerebrales muestran su entusiasmo, su ritmo cardíaco sube y algunas incluso saltan por los aires. Lo llamamos su momento Eureka”.
-Colaboración: Las vacas interactúan entre sí de manera compleja, llegando a formar relaciones colaborativas, como por ejemplo las “asociaciones de aseo”, al igual que lo hacen los chimpancés.
-Sociabilidad: Krista McLennan, investigadora del Moulton College (Reino Unido), ha documentado el hecho de que las vacas forman amistades profundas y fuertes lazos familiares. Al igual que los humanos, cuando “tienen a su compañero preferido con ellas, sus niveles de estrés en términos de su frecuencia cardíaca se reducen en comparación a si están con un individuo al azar”.
-Memoria: El profesor Joe Stookey, de la Universidad de Saskatchewan, explicó que estos animales “demuestran buena memoria espacial (se acuerdan de dónde están las cosas). Pueden recordar las rutas de migración, los cuencos de riego, vivienda y la ubicación de su ternero recién nacido”.
Gallinas
Farm Sanctuary/ Difusión
-Inteligencia: “Ahora está claro que las aves tienen capacidades cognitivas equivalentes a las de los mamíferos, incluso a las de los primates” afirmó la doctora Lesley Rogers. Además, en un artículo publicado por la revista Discovery se afirmó que “Los pollos no sólo viven en el presente, sino que pueden anticipar el futuro y demostrar total dominio de sí mismos, algo que previamente era atribuido sólo a los seres humanos y otros primates”. Sumado a esto, desde Farm Sanctuary se subraya que pueden atravesar laberintos, encontrando la salida.
-Organización social: Forman y viven en comunidades bien ordenadas, dentro de las cuales aprenden unas de otras en formas sorprendentes.
Ovejas y cabras
Farm Sanctuary/ Difusión
-Complejidad emocional: Acorde a lo expuesto por la doctora Isabelle Veissier, de Welfare Animal, las ovejas son capaces de experimentar emociones como miedo, ira, rabia, desesperación, aburrimiento, asco y felicidad, utilizando los mismos mecanismos que participan en este tipo de emociones en los seres humanos.
-Vida social y comunicación: Siguiendo a la profesora de la Universidad de Cambridge Jenny Morton, tanto las cabras como las ovejas mueven la cola en signo de amistad, reconocen sus nombres y forman fuertes lazos con las personas –a menos que estén traumatizadas por el maltrato- y otros individuos de su especie.
-Memoria: Investigadores en el Reino Unido encontraron que las ovejas tienen los mismos “mecanismos neuronales especializados para el reconocimiento visual” que los seres humanos, lo que les permite recordar las caras de -al menos- 50 humanos y otros tantos de su misma especie durante más de dos años.
-Inteligencia: Las ovejas pueden aprender a resolver rompecabezas, recordar lo que han aprendido y adaptarse a nuevas circunstancias mucho más rápido que lo que se ha observado en monos.
FUE ENRIQUECEDOR EN MI TRABAJO CON LOS NIÑOS
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